Buscar este blog

viernes, 1 de octubre de 2010

Las elecciones de director en el CUNOC

Breve análisis de la celebración de elecciones de director en el CUNOC. 30/08/10
Por: Daniel Morales

El día de hoy se celebró las elecciones para director del CUNOC, y considero importante hacer un breve análisis de los acontecimientos sucedidos y el trasfondo de la situación.
Una vez más hemos sido partícipes de la principal actividad “democrática” que nuestro sistema de manera legal nos permite desarrollar. Y sin embargo cuan criticable es la serie de elementos que acompañan a las votaciones.
Sin pretender alargarme en el presente análisis, presento los siguientes elementos:
1. En qué nivel de decadencia nos encontramos como institución (fácilmente considerable modelo de nuestra patria) que hoy en día dos son los motivos por los cuales mayoritariamente se acude a las urnas de votación a emitir un sufragio. Por intereses personales egoístas (por llamarles de una manera amable), y en esta ocasión ha abundado las personas que en los diversos grupos han aparecido ocupando esta categoría. O por el temor de retroceder en los modestos y hasta pobres logros alcanzados por los individuos y grupos consientes pero pasivos definitivamente en su acción y trascendencia.
2. La inconsistencia política e ideológica de la gran mayoría de estudiantes, que constituyen el principal grupo elector en la designación del puesto de director del Centro. Me formulo las siguientes preguntas: ¿De dónde ha de surgir el movimiento o grupo que represente verdaderamente los más nobles y justos intereses del estudiante? y ¿De surgir qué respaldo tendrá este grupo?
Me preocupa el hecho de que no existan dentro de nuestra población estudiantil aquellos individuos que reúnan ciertas características como son una profunda definición ideológica, alta determinación en el desarrollo de sus acciones y “una alta dosis de humanismo” (en palabras de uno de los más grandes revolucionarios de todos los tiempos: Ernesto “Che” Guevara).
Y considerar el respaldo que estos individuos puedan tener de surgir, es ahora un planteamiento que considero necesario al observar cómo los habitantes de las ciudades son fácilmente manipulados por los medios de comunicación y cómo también siendo éstos quienes tienen más posibilidad de acceder a los más altos niveles de educación en nuestro país desperdician tan gran oportunidad.
Al hablar hace solo unos días con un amigo compañero nuestro san carlista, éste me transmitía una inquietud que tenía en aquel momento, al contarme cómo en la empresa en que labora suceden anomalías y exigencias inaceptables en contra de todos los obreros de la misma y cómo estos callan ante sus propios problemas. Ante esto, mi respuesta fue: que los factores culturales históricos que definen el desarrollo de una sociedad, acompañado de la ignorancia de la que son partícipes, no les permite desarrollar esa unidad, propuesta y demanda de lo que son sus derechos laborales. Y hoy tal parece que en nuestra institución, cuya finalidad es la de preparar científicos con proyección social, el mismo patrón de actitud se presenta. Es necesario considerar esta idea.
Qué niveles de ignorancia llevan consigo gran porcentaje de estudiantes de nuestra institución, y entiéndase que las ramas del saber son tan variadas que no ha de considerarse estar excluido de dicha ignorancia por el sólo hecho de tener más de alguna capacidad. Y al tipo de ignorancia que me refiero es aquella que se demuestra en las más sencillas formas, como son el lenguaje, los intereses (no necesariamente malos), las actitudes, las ideas políticas, etcétera.
Y sin entrar en detalle en los tipos de ignorancia propuestos les presento una vivencia que el día de hoy durante el tiempo de espera para emitir mi voto tuve: platicaban dos compañeros que me antecedían en la fila y le mencionaba uno de ellos al otro que al día siguiente tendría un examen importante, y con toda seriedad le dijo que esperaba él, que cierto grupo ganara las elecciones del día de hoy, pues de ser así seguramente no habría actividad en su carrera durante los días siguientes dado que se constituiría según él en fiesta para los docentes y las actividades académicas serían suspendidas en su división. Me ha dejado altamente preocupado cómo el estudiante puede llegar a ser tan estúpido de no ver un poquito siquiera más allá de lo evidente y sin conocerlo yo, podría decir de ese estudiante que es seguramente un incompetente en su actividad y a nuestra institución la permanencia de individuos de éste tipo le es nefasta.
Y como si no hubiera sido suficiente la anterior vivencia que he presentado, por la tarde escucho el comentario lamentable de uno de nuestros compañeros de ingeniería, al decir de manera seria que él iría a votar si le dieran comida los grupos en contienda; prácticamente me ha dejado mucho en que pensar.
Y podría decir y afirmar nuevamente que son las condiciones ambientales y los factores culturales históricos que definen el desarrollo de una sociedad y que para desarrollar un movimiento estudiantil honesto, se requiere plantear adecuadamente cada uno de estos problemas.
Seguro estoy que no han dejado de existir individuos conscientes y capaces y seguimos surgiendo nuevos hombres dispuestos a desarrollar una nueva opción, cómo la que presentaron los grandes mártires de nuestra institución y que durante los peores años de represión militar fueron asesinados o exiliados, es decir retirados de nuestra casa de estudios.
Y claramente sabemos que hoy en día la lucha no es la misma, hoy no correrá el mismo riesgo de perder la vida quien eleve la voz para denunciar los problemas de nuestra institución. Hoy no existen dictadores en nuestra sociedad. Hoy no se desarrollan ya las luchas armadas. Hoy la lucha es otra y es la misma en todos los niveles de las clases medias, la definió Fidel Castro en el año 1999 como: “La batalla de ideas”, aplicable perfectamente a nuestra escala institucional. Y la batalla de ideas no es más que lograr comunicar oportunamente las ideas que tengamos por ilusas que parezcan de manera objetiva. Y ¿por qué batalla?, pues simplemente porque estamos inmersos en un sistema económico, político y social que utiliza como una de sus mayores armas en la actualidad la desinformación. Y somos las clases medias quienes teniendo la oportunidad de cultivar nuestras mentes, somos conducidos por el sistema a ingresar como peones servidores a los intereses económicos de la burguesía local.
Pero en una batalla han de existir necesariamente dos contrincantes, y los individuos que hemos podido llegar a adquirir una conciencia social pretendemos formar parte de la oposición al sistema que consideramos decadente.
Del tema original, me he permitido esta enorme desviación, debido a que de vivencias aparentemente simples se puede desarrollar un análisis profundo, y relacionar una realidad que posee sus raíces en la complejidad de los procesos históricos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario