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lunes, 16 de mayo de 2011

UN HECHO COTIDIANO QUE TRASCIENDE EN LA MENTALIDAD CRÍTICA

Por: Daniel Morales

Hace pocos días que al caminar hacia afuera del Centro Universitario, y pasar por la banqueta que se encuentra a un lado del módulo "G" (de Ingeniería), percibo una escena que no causó mayor impresión en mí, sino con el seguir avanzando mi camino y analizarla. Me impactó no a simple vista, sino luego de analizar a profundidad lo que estaba sucediendo y lo que esa escena representa: una gran decadencia.

En las mesas ubicadas frente al módulo “G”, cuyo uso principal se ha empleado para los juegos de azar, en una de las mesas finales, estudiantes universitarios de la carrera de Ingeniería apostaban en uno de los mencionados juegos, la sorpresa no era esa, sino que uno de los apostadores era un niño a cuyo lado había dejado una caja de dulces, chicles, cigarros y demás productos para la venta informal. Todo esto, repito, ocurría en una de las instalaciones de la tricentenaria Universidad de San Carlos de Guatemala: institución encargada del desarrollo de la formación superior a nivel nacional.

Como lo dije, en el momento preciso de ver dicho acontecimiento, no me preocupé, pues es algo “normal” de ver, pero ahondando con un pensamiento crítico, ese hecho es alarmante y triste.

Cómo es posible que existan niños trabajando en las calles de nuestra Patria, qué nación, qué estado, qué sociedad lo permite. En lugar de estarse formando y recreando en un ambiente sano y seguro, la juventud guatemalteca desde temprana edad, se ve obligada a involucrarse en un círculo vicioso de mediocridad y sufrimiento.

Cómo es posible que las instalaciones universitarias sean un espacio de libertinaje y decadencia, en un país donde ni el 3% de la población tiene acceso a la educación superior, incluida la población que ingresa a instituciones privadas de formación universitaria.

Cómo es posible que el estudiantado sancarlista desperdicie el tiempo en actividades viciosas y sea a la vez tan indiferente ante los verdaderos problemas sociales que históricamente han aquejado a nuestra población guatemalteca.

Cómo pretenderemos salir adelante, si este tipo de escenas se vive a diario y si los afortunados estudiantes universitarios no tomamos un papel activo en el análisis, propuesta y acción a favor de la solución de la problemática nacional. Recuerdo en este momento las palabras del fallecido presidente de Chile: Salvador Allende, quien dijera a los estudiantes de la Universidad Autónoma de México: “Para que termine esta realidad brutal se requiere un profesional comprometido con el cambio social.”

domingo, 8 de mayo de 2011

EL AMBIENTE FÍSICO COMO CONDICIONANTE DEL DESARROLLO HUMANO

EL AMBIENTE FÍSICO COMO CONDICIONANTE DEL DESARROLLO HUMANO
Por: Daniel Morales

Está contemplado en uno de los ejes de pensamiento y acción del grupo “Estudiantes en Acción por Ingeniería”, el trabajo en búsqueda del mejoramiento del entorno físico, que de manera indudable influye en el desarrollo científico e intelectual del estudiantado.

Aunque en el panorama general del CUNOC, resulta evidente que la carrera de ingeniería cuenta con las mejores instalaciones en la actualidad, cierto es también que una casi interminable lista de carencias y deficiencias en dicho aspecto, resulta para nuestro panorama específico.

Analicé en el artículo titulado “Actividades recreativas en el CUNOC”, las actividades de recreación que se llevan a cabo dentro del Centro Universitario y puede fácilmente confirmar mi preocupación el observar por ejemplo nuestras instalaciones deportivas y pensar en las instalaciones deportivas de universidades destacadas, o para no ir tan lejos de las instalaciones centrales: USAC.

¿Por qué se ubican instalaciones deportivas dentro de una universidad?

Bueno, a lo anterior fácilmente puedo contestar que no debe quedar duda alguna de que el desarrollo de las mentes encuentra una compatibilidad total con la ejercitación física y por otra parte, el ambiente universitario supone la necesaria sociabilidad de un conglomerado cuyos derechos y obligaciones son compartidos.
Conocemos claramente el panorama físico en el que nos desenvolvemos, pero no somos capaces de detenernos y analizar a profundidad los problemas y la factibilidad existente de que, de manera comprometida podamos darles solución. Y ante esto yo pregunto: ¿somos o no, capaces casi 15000 personas de mejorar las instalaciones del CUNOC?

Considero que quien escuchara esta pregunta podría reír sarcásticamente, y sin embargo todo nuevamente me indica que demostrando el grupo estudiantil del que participamos algunos estudiantes responsables de ingeniería, la concretización de proyectos favorables a la institución en este tema y comunicando pertinentemente los logros alcanzados, se podrá involucrar y comprometer al estudiantado con su institución.

Para mí no hay duda alguna de que el entorno físico condiciona el desarrollo intelectual del estudiantado dentro de la universidad.

A consideración individual dejaré lo concerniente a las instalaciones de la biblioteca, del laboratorio de computación, de los laboratorios académicos, los espacios de cafetería, salón mayor, aulas y oficinas, incluyendo para cada uno su mobiliario y la actualidad y disponibilidad del mismo. Si interesa leer más acerca de la problemática de los laboratorios, en el blog publiqué el año pasado el “análisis de los laboratorios”, en donde abordo el tema de una manera más seria y profunda, y podrá llegarse a interesantes conclusiones.

Puede verse cuantas limitaciones existen y puedo concluir diciendo que nada mejorará sustancialmente si no es con la participación activa del estudiantado unificado y comprometido con su institución: ¿Estamos dispuestos a asumir el compromiso histórico que nos corresponde?, ¿hasta dónde?, ¿somos capaces de pensar y creer en otra realidad?, Yo sí, y estoy dispuesto a trabajar para demostrar, lo que es a mi manera de pensar, cierto.